Fundamentos de la Educación Secundaria

El Plan de Estudios de la Educación Secundaria tiene objetivos claros y definidos. El objetivo primordial es la formación integral del educando: abarca su educación, la formación de su carácter, el desenvolmiento de su personalidad y el fortalecimiento de su actitud de solidaridad y justicia social. Estos propósitos se encuentran enmarcados en la motivación de que el alumno conozca la realidad del país y así pueda intervenir constructivamente a mejorar esa realidad.
La formación científica, humanística, técnica y artística, capacita al alumno para resolver los problemas que le depara la vida y le otorga seguridad en sí mismo. La Educación Secundaria se propone también la formación moral del estudiante, porque, así logra su realización personal como integrante de la sociedad y de la patria. Igualmente la salud física y mental del educando es una meta que persigue la secundaria y para lograrla se trabaja activamente en labores que forman hábitos.
Ahora el alumno trunca sus estudios con frecuencia y se ve precisado a trabajar debido a su precaria situación económica cuando sólo ha terminado su educación secundaria, ésta presenta en sus objetivos los fundamentos de una formación general incluyendo las actividades tecnológicas, cuyo conocimiento permite al jóven hacer frente a situaciones apremiantes.
La formación del educando se intensifica en cuanto a la significación auténtica de los problemas que vive en carne propia; hace hincapié en la urgente necesidad de proteger y conservar los recursos naturales del país; y, sobre todo, le hace notar que es imprescindible su cooperación para mantener un adecuado equilibrio ecológico.
Entre los medios que se ofrecen a los jóvenes está el de capacitarse para que ellos aprendan a asimilar de manera consciente y así intervengan en su propia formación a lo largo de su existencia. Los maestros conscientes de que para lograr estos objetivos debemos estar al día en técnicas pedagógicas y que éstas son producto de un esfuerzo constante y sistemático. Se es maestro en la medida que logramos transmitir conocimientos, actitudes y responsabilidades, pues sólo así el trabajo será fecundado.
La Dirección de nuestra Escuela Secundaria Diurna No. 67 "John F. Kennedy", ha sido entusiasmo y ejemplo para poner en marcha la energía que reside en cada alumno. ¿Cómo no ayudar con nuestro entusiamo magisterial y nuestro modesto grano de arena para obtener los objetivos de la educación básica y por ende del engrandecimiento de la Patria, cuando sabemos con certeza que cada jóven es una promesa en que late un desarrollo imposible de medir?
Lo hemos hecho durante 45 años y lo haremos siempre.
Reflexión
En cierta ocasión alguien muy cercano a la escuela, con muy vasta experiencia, comentaba un pensamiento que abarca grandes verdades; pero que, como humanos, pocas veces lo reflexionamos y dificilmente aceptamos. Ese pensamiento con palabras simples y sencillas fue expresado por el ilustre Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica "John F. Kennedy", esas eran:
"... And so, my fellow americans: Ask not what your country can do for you; Ask what you can do for your country".
"... Y así, mis compatriotas americanos: Pregunten no lo que su patria puede hacer por ustedes, sino preguntense que pueden hacer ustedes por su patria".
John Fitzgerald Kennedy
Enero 20, 1961
Porque como alumnos siempre exigimos un edificio en óptimas condiciones, profesores que se ajusten a nuestros caprichos, directores y autoridades que adopten una actitud de indiferencia a todo lo que nos conviene que nunca se sepa. Y no conformes con esto, aún nos atrevemos a criticar.
Como maestros, sólo sugerimos formas de mejorar la CALIDAD INTELECTUAL del material humano con que laboramos, así como insinuar medidas que deben tomar las autoridades a las que estamos sujetos, --y es lo peor-- preocuparnos por dar una imagen absurda de semidioses.
Y como autoridades, nos inquieta tomar en cuenta acuerdos cuya única finalidad, es llegar al CUMPLASE como imperativo.
Pero... ¿y nosotros?
Si, nosotros alumnos, maestros y autoridades ¿qué hemos hecho por nuestra escuela? ¿por los demás? ¿por nosotros mismos?
John Fitzgeral Kennedy tenía mucha razón. Nunca queremos ver o analizar nuestros errores, defectos o infinitas posibilidades, sino que juzgamos primero al otro humano, con un severo sentido de justicia. Sería un inapreciable presente para nuestra Secundaria, recordar de vez en cuando y guardar en nuestro corazón, siempre, estas palabras, meditarlas y llevarlas a la práctica. ¿No creen ustedes?

No hay comentarios:

Publicar un comentario